A principios o mediados de diciembre solemos hacemos un "simulacro" de Nochevieja en casa de unos amigos. Hacemos cena de gala y a las 12 como manda la tradición nos tomamos las 12 uvas con las campanadas... Qué bien lo pasamos! Para esta cena hice dos tartas, una de limón y merengue y un tronco de Navidad para los enamorados como yo del chocolate...
La tarta de limón como postre de una cena copiosa está genial porque resulta más ligera.
Pero y lo bonito que queda el tronco...qué me decís!
Le hice unas hojitas de acebo con fondant para dale el toque navideño .
Menuda mesa más bonita nos prepararon los anfitriones y como siempre estaba todo buenísimo y lo pasamos genial. En 2018 repetimos fijo!
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