Lo que más me gusta de la Navidad es el Roscón de Reyes, creo que podría comerlo todo el año y no me cansaría... No es complicado y con esta receta sale muy bien pero hay que tener tiempo porque lo más importante es el tiempo de levado de la masa. Yo lo hago sin frutas escarchadas pero eso va en el gusto de cada uno.
INGREDIENTES:
650 grs. Harina de fuerza
250 ml. leche
25-30 grs. levadura fresca
120 grs. azúcar
120 grs. mantequilla
2 huevos + 1 yema
10 grs. sal
2 cucharadas 1/2 agua azahar
2-3 cucharadas de ron
piel rallada de un limón
piel rallada de una naranja
Para decorar: azúcar, almendras, frutas escarchadas y un huevo batido.
Primero hacemos una masa madre con parte de la leche, 2 ó 3 cucharadas de harina y la levadura desmenuzada. Hacemos una masa y la dejamos que fermente cubierta por un paño durante +- 1 hora.
Después de ese tiempo tamizamos la harina en un bol grande y vamos añadiendo el resto de ingredientes, azúcar, sal, huevos, el ron y el agua de azahar, la leche, la ralladura, la masa que teníamos fermentando y la mantequilla que tendremos a temperatura ambiente para que esté blandita será lo último que añadiremos. Amasamos bien, si hace falta le añadimos más harina aunque es una masa que queda un poco blanda y pegajosa. Hacemos una bola y la dejamos reposar durante 2 horas en un lugar cálido y sin corrientes. En ese tiempo aumentará bastante su volumen.
Ahora toca dar forma al roscón, hay que dejar bastante agujero en el centro porque todavía tiene que volver a crecer. Lo podemos decorar ya, pintar de huevo batido y echarle almendras fileteadas y el azúcar y lo dejamos reposar una hora más.
Precalentamos el horno 180º y hornamos 25-30 min.
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